miércoles, 18 de septiembre de 2013

Amor e identidad nacional. (Amor a la mexicana)

Y yo digo:
¿cuál amor y a qué mexicana?
Ah! May be, a la que fruta vendía. (jeje)
Bueno, comenzaré mi letania...

En el estado libre y soberano de Nuevo León el director general del registro civil en el estado, certificó, en el libro No. 3 Tomo I del archivo general en la foja No. 496578 se encuentra asentada mi acta con fecha del 02 de Marzo del 1993.
Datos del registrado:

Nombre: Omar Alejandro Rincón Martinez.
Fecha de nacimiento: 2 de
Febrero de 1993                                            Hora: 02:15 
Comparecio: Madre                                                                                  Presentado: Vivo
Sexo: Masculino
Lugar de nacimiento: Monterrey, N.L México. 



Así dice mi acta de nacimiento y eso me hace mexicano. ¿No?
Y es que cuando veo: "presentado, vivo". 
Recuerdo la canción de Arjona: 
"...porque ha dicho mi doctor que mis signos vitales, indican que
estoy vivo".
Pero para mí, ¿qué es ser mexicano?
Primero, debo decir que el amor a la patria no es algo que se me haya
inculcado en casa. Es más, la prioridad fue tratar de que cumpliera con todos
mis sacramentos, preparándome para el sagrado matrimonio.
En mi casa, anteriormente, fomentaban el amor a Dios y a la iglesia
católica, antes que a la patria. !Qué¡ ¿No es lo mismo?
Pues culturalmente tal vez sí. Porque a final de cuentas: "México, siempre fiel".       La virgencita de Guadalupe, San Judas y Juan Diego forman
parte de la identidad mexicana.
Yo no tengo la culpa.
Así como no tengo la culpa que el fútbol, la cerveza y el tequila. Sean
símbolos mexicanos en el mundo.
Sin mencionar los adjetivos que nosotros mismos permitimos sean vistos y
aceptados por todos: ratas, flojos, incultos, corruptos, narcotraficantes,
ilegales, transas...
¿Ser mexicano es eso?
Es que necesito presumir a Sor Juana, Mario Molina, Frida Kahlo, Diego
Rivera, Siqueiros, Jorge Negrete, Octavio Paz, Alfonso Reyes, Carlos Fuentes,
José Alfredo Jimenez, Cantinflas, Juan Gabriel, Lorena Ochoa...
Y tantos mexicanos que lograron destacarse en el mundo.
La historia de la patria está llena de aciertos y errores, que nos hacen
ser en gran medida lo que somos ahora.
Lo importantes es aprender de ella, para no repetirla.
Y si se fijan, aun no descubro lo que es ser mexicano.
A ver, ¿ser mexicano no es escuchar "El son de la negra" con
mariachi y sentir el orgullo patriótico de la nada?
¡Ya sé! Ser un mexicano muy regiomontano, es asar carne todos los sábados
afuera de tu casa con la familia. Es los tamales, el pozole, el mole poblano, las enchiladas, las flautas,
sopes y tacos.
Ser mexicano es ir en un camión en la mañana, con un pie arriba y con
otro saliendo por la puerta, todo para llegar a tiempo al trabajo.
Ser mexicano es ver como tu madre sacrifica su vida por ti, tus hermanos
y tu papá. Que la cena nunca falta y nadie es capaz de servirse solo, las
mujeres deben servir al hombre.
Porque yo no crecí en la época de andar a caballo, caminar con huaraches
y revoluciones. Escribo esto desde mi Ipod, viendo "The Big Bang Theory".
Ah! Porque ser mexicano también representa quejarse del gobierno, buscar
los descansos laborales, anhelar el fin de semana y el aguinaldo. Y ni puede
faltar, las comparaciones con el vecino perfecto:




"En Estado Unidos es así, se hace así, todos son así, se dan así, lo buscan
así, comen así y todo es así".



Hay preocupación, porque las nuevas generaciones estamos perdiendo las
tradiciones mexicanas.

Nos estamos uniendo al mundo globalizado, fuertemente influenciado por nuestro
querido y admirado vecino.
Pero no se preocupen, hay una tradición que difícilmente perderemos: el
albur.
Ser mexicano también es Chichén Itzá, Tajín, Monte Albán, Las momias, el
Cañón del Sumidero, La Sierra Madre, el Popocatépetl, Mazatlan, Vallarta,
Cancún y Acapulco.
Los mayas, tarahumaras y huicholes.
Ser mexicano son los chilangos, tapatios, regios, veracruzanos,
poblanos, tamaulipecos, sonorenses, yucatecos (bomba)...
¿Qué es ser mexicano?
Ser mexicano, es saber que existe un Omar Rincón en el mundo; así como
Juan, Rosa, José, Xóchitl, Rosario, Guadalupe, María. Que compartimos una
historia, una cultura, un himno y una bandera. Que hablamos un español que nos
identifica y que la familia, junto con un plato frijoles y tortilla es lo
esencial.
Saber que crecimos en una nación con muchos errores, pero con cosas
maravillosas por las que tenemos que luchar.
Ya parezco narrador de Televisa o TvAzteca, pero lo quiera o no,
formaron parte de mi crecimiento como mexicano.
Es que ser mexicano es saber que no soy de otro lugar, más que de mi
tierra rodeada por cerros.
Saber que mi país ocupa uno de los primeros lugares entre las naciones más
felices del mundo. Eso dice un portal de Internet.
Para mí, ser mexicano es saber que nadie piensa igual que yo. 
Y cuando en
el extranjero me pregunten: 



¿De dónde eres?




Yo responda con orgullo:



!De México¡.
Ahora, no sé si me expliqué lo que para mí es ser mexicano. Pero no me
importa, porque lo soy y punto.
Sólo quiero compartirles un fragmento de Ramón López Velarde, en su
"Abecedario Musical de México":

Con sones agudos
por tus hondos mares..
hoy quiero cantar.
Con alas vocales
por tus altas cumbres...
                                                              hoy quiero volar.                                                                                                                                                       
Desde los rumores de la rumorosa
piedra cantoral.
Hasta los destellos de brasas
bermejas del mar de la paz.   
  
Con remos de espuma
la barca de Guaymas 
me habrá de llevar.
                                              Por las olas de oro de tu litoral.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       
¡Y miren como voy!
¡Y miren como vengo!
                                                                                                                                                                En una palabra esdrújula 
de musical acento...
!México¡
 
 






Analizar desafía, descifrar libera.

"!NO a la reforma educativa¡".
"!NO a la privatización de PEMEX¡".
"!NO a la reforma hacendaria¡".
Cada seis años es igual, a principios de gobierno, los tres poderes de la federación tratan de hacer reformas que prometen un mejor futuro para México.
Calderón, recuerdo que declaró la "guerra al narcotráfico" y en eso basó su gobierno; tema que apenas preocupó al "Chente" que se preparaba para sus vacaciones y pasó la pelotita al siguiente.
Y es que siempre es lo mismo, cada gobernante o servidor publico, pienso, que busca ser recordado por sus promesas cumplidas y no por las acciones en beneficio a largo plazo para el país.
Bien dicen que el gobierno de un país es reflejo de su pueblo. Y muchos dicen que no merecemos la corrupción, el alza de precios, el narcotráfico...
Oh! Tal vez sí, porque no exigimos, no nos preparamos, ni siquiera investigamos, preguntamos y nos informamos.
Estoy seguro que la mayoría de los jóvenes de mi edad, la generación de universitarios, no nos hemos dado el tiempo para leer el decreto de la "Ley General de Servicio Profesional Docente en el Diario Oficial de la Federación".
La cual tardé alrededor de cuarenta minutos en leer, y digo leer, porque muchas partes me costó trabajo comprender a un cien por ciento.
Pasé muchísimo tiempo investigando términos legales y viendo su aplicación a nuestra vida.
Ahora, yo tengo tiempo y acceso a internet. ¿Qué pasa con los hombres y mujeres que trabajan 12 hrs. diarias, para darle una educación a sus hijos?.
¿Con las personas que apenas saben utilizar una computadora? ¿Con las que ni siquiera cuentan con un plato de comida el día de hoy, mucho menos con televisión para informarse?.
Esto divide a México; entre el pueblo a quien no le interesa, las personas que si pueden y les interesa, las que opinan, las que por necesidad no pueden interesarse y las que ni siquiera pueden comer el día de hoy.
Entonces, le di una leída a esa ley. (¿Mencioné que me tardé cuarenta minutos?).
Mis respetos para el que tecleo todo eso en una computadora. Pero tratando de informarme y analizar, surgieron muchas mas preguntas que resolver.
Lo importante de esto, no son mis preguntas e inquietudes. Lo importante es que nuestros diputados y senadores hagan leyes justas para todos y acatarlas.
Personalmente me parece excelente que un maestro este sujeto a evaluación. Si no es competente, que no se le permita estar en un aula frente al futuro de México.
Que el sindicato no tenga influencia en el sistema educativo, que se dedique únicamente a velar por los derechos de los trabajadores. (Para eso son, ¿no?)
Que los maestros esten preparándose constantemente, como cualquier trabajador. Estoy seguro que los docentes que valen la pena, son los que ahorita están en las aulas enseñando.
De los reclamos por parte de los maestros sé muy poco, prometo investigar mucho más. Pero, ¿de que se preocupan?
Si eres excelente en tu profesión no tendrás miedo a evaluarte. Tienes tres periodos vacacionales al año, esta reforma ilusiona a que solo los mejores lleguen a un aula a realizarse cada día como docentes. Si es tu pasión, hazlo. Ya no mas plazas cedidas por conocidos y familiares. Y al parecer ya no mas "dedasos" por el sindicato.
(Pasense al IMSS, después de aquí).
Claro que todo esto suena muy bonito, pero: "de lo dicho al hecho, hay mucho trecho".
Y es que los mexicanos no somos "tontos". Lo peor es que pensamos mal y acertamos.
Todos sabemos la verdad a voces y desconocemos tantas cosas que sólo imaginamos, pero que los que manejan este país, han hecho con nosotros.
Pasamos el tiempo viendo fútbol y telenovelas. No compramos un libro, pero si un cartón de cerveza.
Sí el gobierno hace mucho mal al pueblo. ¿para qué tanta reforma?
Sí las leyes no se cumplen, sí el ingreso no se distribuye, si la corrupción empieza con ellos.
Sí ellos ganan en un año, lo que muchos ganan en toda una vida.
Todos tenemos la culpa, nos hacemos tontos y lo mas tonto es señalar al de enfrente.
¿Cual es la solución?
!NO LO SÉ¡
Es el desafío mas grande que tengo, que tenemos.
Así, si nuestras acciones, conciencia, voluntad, preparación y mucha suerte nos ayudan, tal vez podremos ser libres algún día.
Y al tiro que viene la de hacienda y la energética...








martes, 17 de septiembre de 2013

¿Qué me sustenta?

El Viernes iba caminando hacia la avenida a tomar el camión.
Cuatro jovencitas con su uniforme de secundaria venían caminando hacia mí, recordé cuando yo tenia quince años y utilizaba el mismo uniforme.                             ¡Claro, eran pantalones!.
Las cuatro comían frituras con crema y salsa, un alimento muy sano después de una mañana larga de estudio. No creo que ellas pensaran lo contrario. Así, las sonrisas de esas chicas me recordó a la caminata de todos los días con mis amigos.
Pero de pronto, mi mente pensó: ¡maldita!
Al momento en que una de ellas exprimió la ultima papa remojada en salsa y tiró con total descaro su bolsa a la calle.
Primero me dieron ganas de darle la lección de responsabilidad que muchos años antes le debieron inculcar en su casa. Ganas de decirle: -¡señorita, a tres pasos esta un bote de basura, no lo tire en la calle. No dañe nuestro planeta!-.
Después pensé, que era un paranoico. 
Son niñas, ademas los jovencitos de ahora no se quedan callados y seguro tomarían a mal el consejo, y me dirían palabras que jamas creería que una niña de quince años pudiera utilizar.
Tal vez, pequé de prejuicioso y al escuchar el consejo, la señorita hubiera entrado en razón y levantaría la bolsa para depositarla en el bote. Nunca lo sabré.
Después pensé:                                                                                                                                  ¿Y sí la recojo y yo mismo la deposito, procurando que ellas me vean?
Ese plan sonó mejor, dejaría a su conciencia la situación y confiaría en que recibirían el mensaje con la intención que yo quería darle.
Lamentablemente tampoco hice eso.
Total, pasé por alto el incidente, recordando la expresión despreocupada de la señorita al tirar la bolsa y ésta escurriendo en la calle, así como los cien años que tardaría en degradarse. Aproximadamente pensé en ello dos horas, hasta que vi a un señor que tropezó en un estacionamiento y terminó en el suelo. Estaba muy lejos de mi, pero vi que dos señores le ayudaron. Pensé en ese incidente por los siguientes treinta minutos.
El punto es, que esas dos horas, en lo que llegue a la parada del camión, pasó el camión, me llevo a mi destino e hice lo que tenia que hacer, pensé en el razonamiento de la chica, que la dejó tirar esa bolsa en medio de la calle. Porque ni por la banqueta iban transitando. Yo tampoco, la verdad. Pero las calles son anchas y no venia ningún coche. Otra lección de cultura peatonal que yo mismo debo poner en practica.
El punto es que me puse a pensar, lo que motivó a la jovencita a tirar esa bolsa a la calle. La razón mas simple que me vino a la mente fue, que jamas tuvo el ejemplo en su casa de responsabilidad con nuestro hogar: el planeta.
Me pregunté: ¿Y la escuela?
Ella asiste a una secundaria en la que yo fui estudiante. Testigo soy que hay excelentes seres humanos como docentes, que día a día procuran transmitir sabiduría en este asunto y en muchos otros de la vida. Ademas que los programas y textos de la SEP marcan lecciones para incentivar al alumno a desarrollar un una conciencia ecológica.
Ademas, si ella tiene acceso a ver televisión, a navegar por Internet y estar presente en redes sociales, puede ser presa de muchas campañas en pro del medio ambiente.
Pero aun así,  su razón le impidió avanzar tres pasos y depositar la bolsa en el bote.
Lo sé, es mucha obsesión con una jovencita y su bolsa. Pero, cómo no estar preocupado, si ella es una, literalmente en siete mil millones de habitantes. Ademas no creo que sea la primer ni la ultima vez que hace algo como eso.
Yo me cepillo los dientes y tengo remordimiento por dejar la llave abierta mientras lo hago, dejo mi cargador conectado y me preocupo. No separo la basura y pienso que debería hacerlo.
Según el INEGI aproximadamente se recolectan en México: 86, 343 toneladas de basura diariamente.
Solo en México, día con día. Y en: ¿América y el mundo?
Ahora, eso hablando de desperdicios sólidos. Que pasa con el desperdicio de agua, energía y la contaminación que emitimos con la quema de combustibles.
Recoger esa bolsa hubiera representado quitarle el pelo a un gato. Y a medias, porque la real alternativa es no consumir esos productos y que las grandes compañías reduzcan la producción de contaminantes con empaques alternativos, que se degraden fácilmente en el ambiente.
¡Dios, que complicado es ser, humano!
Estamos terminando con nuestro hogar. Una tradición que comenzaron nuestros antepasados al talar arboles para construir sus casas, cazar animales, invadir los mares, extraer minerales y combustibles para proveer desarrollo a los individuos y auto enriquecerse.
En conclusión, causas y soluciones hay muchas. Como los problemas que existen actualmente que nos están llevando a la extinción.
Porque alguna vez leí a un autor que expreso algo así:
"Es demasiado egoísta creer que nosotros acabaremos con el planeta. Ya que la tierra ha existido por millones de años, ha pasado por desastres y extinciones. El planeta seguirá aquí, con o sin nosotros, él subsistirá a los cambios. Nosotros estamos terminando con nuestra especie."
Así que lamentablemente, es un destino que tenemos ya trazado, porque a estas alturas es muy difícil hacer entender a tantos individuos del riesgo al que nos enfrentamos.
Cuando hay presidentes y personas cultas que están promoviendo guerras, vendiendo nuestros recursos naturales para hacer negocio y personas como esta jovencita a las que no nos interesa mantener limpia nuestra casa.
¿Qué me sustenta ahorita?
La preocupación por mi planeta, tal vez no por mi. Sino para las futuras generaciones, que seguramente experimentaran catástrofes que los harán culparnos y despreciarnos.
Antes de terminar les comento que la bolsa ya no esta ahí. Tal vez la recogieron o la lluvia que no ha parado la llevo a otro lugar.




 



lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Soy mi propio héroe?

Algunos de sus compañeros lo admiraban por sus pensamientos en su "Carta de Amor" (Más bien: Contrato de Amor). Cosa extraña para él. Pero muy halagadora y algo vergonzosa.

Pues se preguntaba, ¿por qué su forma de ver el mundo y expresarlo, causaba conmoción?

Y es que Omar, aunque  muchas veces ha preferido le llamasen Alejandro, pues siente que ese nombre es digno de alguien imponente; Omar siempre ha sido considerado punto y aparte. Por él mismo y por los demás. Y no cree que haya una explicación concisa.

Tal vez la razón sea que él mismo se lo ha permitido y por ende, lo ha tolerado en los demás. Seguridad, vanidad, ego, ganas de ser diferente; pudieran ser respuestas. Jamás lo tendrá claro. 

Se intenta definir en gran medida por sus razonamientos y acciones. Muchas veces se paró frente al espejo cuestionándose lo que es. Y tantas veces su cabeza se hizo nudo tratando de dar una sola opinión, porque las ideas volaron como moscas en un basurero.
 

Debo decir, que como todos, la opinión que refleja su familia, amigos y la sociedad, influye también en su percepción de sí mismo. Miles de veces se ha propuesto mandar estos juicios por un pozo sin fondo y hacerme caso. Pero también le hago recordar las críticas que hacen de él. No tiene remedio.


Digamos que me ha sorprendido, porque en el ultimo año aprendió a no tomarse nada de manera personal, pues la gente muchas veces habla ignorando las cosas.

Si algo ha admirado de los superhéroes es su habilidad para llevar mascaras. Aunque él ha aprendido a utilizar algunas cuantas.

Pertenece a un grupo y acata los convencionalismos de una u otra manera. Es lo que me gusta. No es de aquí, ni de allá.
 Aunque no lo admita le interesa complacer a todos de alguna u otra forma.

Por miedo principalmente. Y es que siempre tiene miedo de todo. De lo que sale mal, de lo que sale bien o de lo que simplemente no sale. Muchos creen que puede tener una gran autoestima y seguridad. Pero él también se siente feo, bobo, poco inteligente, holgazán… en fin, ha pasado más parte de su vida criticándose que apreciándose.

Aunque en los últimos años esto ha cambiado, me confiesa. Pero nunca se cambia del todo. Y es que ahora más que nunca se ha propuesto ser libre.
 

Libre de prejuicios y un solo tipo de opiniones. Libre para hacerse cada día un poco más feliz. Acá entre nos, todavía le falta muchísimo por trabajar, aun no me convence.

Muchísimas dudas tiene. Se cuestiona constantemente en todo lo que hace. Pero no permite que esto le desaliente. Al contrario, hace que estas dudas sean la llama para encender la caldera de ideas. En donde a veces se cocinan tantas tonterías, que ni él mismo sabe de dónde saco las recetas.

El Rincón lo lleva de su padre. Un ser al que apenas recuerda, pero que su madre siempre intenta hacerlo presente. Alguna vez le dijo a ella:

-“No necesito me cuentes de él. Pues sé muy bien lo que heredé de ti. Y todo aquello que en mí, no reconozca tuyo, sé de quién es...de él”.-

De la madre heredó el Martinez. Veinte años le ha tomado acostumbrarse a este regalo y maldición. Y seguramente le tomará unas veinte vidas más. Pues ha crecido con ello y a eso debe en gran medida su forma de ser.

Se exige y se consciente. A veces intenta castigarse y tantas más se premia con pequeños detalles. Porque eso sí, siempre ha admirado los pequeños detalles. Esos que van creando un mundo mejor.

De un tiempo para acá, en el que se ha dado cuenta de que se está convirtiendo en un adulto, quiere poner más atención en las simples y maravillosas cosas que le ofrece la vida.

Desde un amanecer, la luna llena, un buen libro, una almohada fresca, un chocolate o una galleta...hasta el paseo por la ciudad o el "te quiero" de un verdadero amigo.

Pero me confiesa que siempre será un niño. Porque admira esa inocencia en donde todo es más sencillo, donde lo importante es jugar y reír. Siempre quiere conservar esa parte para él.

 
Hay secretos que ni a su propia sombre revela. Y es que todos tenemos un abismo de secretos que nos hacen en gran medida aprender quienes somos.

Sí algo tiene de superhéroe, son estas personalidades encubiertas. Porque le gusta sorprender y sorprenderse a sí mismo. 

No ha vivido mucho, pero lo que ha pasado, ha sido de mucha ayuda. Ha perdido muchas batallas, pero no la guerra. Siempre busca mejorar y aprender.

Pero yo creo que este tipo también tiene algo o mucho de villano. Es muy crítico, de sí mismo y de los demás. Se exige por que le gusta hacer bien las cosas e intenta exigir a los demás  Pero cuando recapacita y recuerda que cada quien tiene un libre albedrío, recobra ese tolerancia que quiere lo caracterice. 

Es un adulto chiquito. Muchas personas se sorprenden de sus ideas. De algunos otros confiesa  malas vibras. Pero así es la vida. Ya tiene claro que lo único que le debe importar son sus expectativas, sumar cosas para él y para quienes ama.

Ya no más prejuicios, pues es vanidoso y le gustan las modas. Pero trabaja todos los días ese lado humano que le hace sentirse más en paz consigo mismo.

¿Para quién? o ¿en quién?, se compara la gente para ser plena. Todo pasa, nada es para siempre. Lo único constante es el cambio. Y Omar quiere aprender a cambiar para bien.

Realmente no le interesa, ni se siente con la calidad moral para hacerse  llamar: héroe. Cree que hay muchas más personas en el mundo que necesitan este crédito. Hombres y mujeres que tienen grandes problemas y salen adelante. Que cuidan, aman y educan a sus hijos. Seres que hacen algo por su comunidad. ¡Esos son héroes!

Omar ni siquiera aspira a ser un ejemplo a seguir. Porque se considera demasiado imperfecto para serlo. Si para alguien pudiera ser un modelo, sería para él mismo. Pero sabe que siempre terminara rompiendo el molde y no recordará lo que tiene que seguir.
 

Lo único que busca es sentirse pleno, amar a los que ama y seguir su camino disfrutando de una buena música y un chocolate para el estómago.

Porque él así piensa, así lo hará siempre.
 

Totalmente, este hombre está perdido dentro de sí mismo y espera reencontrarse una y mil veces más.


Atentamente: La voz de su conciencia.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Somos las palabras que dicen: lo que somos. (Una carta de ¿?)

A quién corresponda:
Por medio de la presente me permito confesarle de la forma más sincera y clara mis sentimientos.
¿Por qué de esta manera tan formal? 
Pues le explico: jamás he sentido algo igual. Y a juzgar por las miles de historias que se han contado y escrito. Las millones de canciones compuestas y entonadas, sin mencionar las toneladas de chocolates regalados. Y las hectáreas de campos de flores aniquiladas.
Me sirvo de expresar en esta rubrica, que usted...sí usted, es a quien amo.
Bueno o al menos eso quiero creer. Porque como le dije, esto para mí es nuevo.
No puedo felicitarle, ya que ni a mí mismo me felicito. Es cosa de irme acostumbrando.
Siempre pensé que enamorarse era esa idea dorada que la historia, los poetas y nuestras madres nos hacían desear desde niños. ¿Por qué? No lo sé.
Esa necesidad casi patológica de pensar que dos personas se tienen que complementar, no me ha quedado muy clara hasta ahora.

Lo que pasa es que he visto muchísimas películas y leído igual número de novelas; en las que los protagonistas se complican la existencia de una u otra manera para terminar juntos.
Yo no busco complicar su vida ni la mía. Lo que busco es facilitar la de ambos.
¿Quién no admira al héroe que da la vida por el ser amado?
En realidad me parece una idea bastante boba. 
Personalmente, y para que me conozca, he pasado por perdidas difíciles en mi vida. Al igual que muchas otras personas en este mundo que han sido muy valientes al seguir adelante. El camino sigue y pienso que el mayor acto de cariño sería poner en práctica lo que ese ser nos transmitió, recordándolo hasta que nuestro tiempo acabe.
"El muerto al pozo y el vivo al gozo".
Yo no pelearé batallas por usted, pero si le animaré para que usted las pelee por su propia cuenta y tal vez nos unamos en unas cuantas.
Y es que no puedo comparar el afecto que tengo hacia su persona, como el que siento por mi familia. Que a decir verdad, a ellos solo los soporto porque son mi familia. Porque entre nosotros no es necesario cuestionarse el cariño. Nos queremos y punto. Imagino que así debe sentirse. Debe ser universal.
Un sentimiento con las cualidades que mencionan: desinteresado, puro, sincero, fuerte...etcétera, etcétera, etcétera.
Me permito exponerle mi forma de ver este asunto amoroso.
Algunos dicen que no existe. Otros dicen que es difícil de encontrar.
Yo creo que es la energía que vive por naturaleza dentro de nosotros. Y sólo necesitamos un catalizador para liberarlo y ponerlo en movimiento. En este caso mi catalizador es usted.
¡Felicidades!
Más para mí, que para usted.
Pero como antes mencioné, los sentimientos por la familia y amigos, incluso mascotas, trabajo, pasiones y a uno mismo, son catalizadores que quiero usar toda la vida. La verdad es que siento lastima por quienes no tienen nada. Tal vez, por eso el mundo está como está. Aun no lo sé.
Porque discúlpeme, pero lo más importante es que yo sea feliz. Veamos esto como una inversión, sí yo soy feliz con usted, instantáneamente la retribución será hacerle feliz y viceversa.
En conclusión, si usted no es feliz con su servidor, le recomiendo lo comunique a la brevedad. Para reconciliar diferencias y que ambas partes queden satisfechas. Si no, podrá ser muy difícil, pero algo se tendrá que hacer.
Para eso tenemos un cerebro que nos permitirá ser razonables. Y un corazón que seguirá bombeando sangre...
Recuerde: No hay heroísmo cuando se sufre innecesariamente, eso se llama: masoquismo.
Quisiera tocar un tema en el que espero no ofenderle: el sexo.
Cómo a todo ser humano me gusta esta necesidad fisiológica. Pero todos somos diferentes en este aspecto. Me gusta la creatividad, espontaneidad y gozar. Muchas veces escuchamos hablar de experiencias de unos pocos que lo califican como: "hacer el ¿?".
Es algo que estoy dispuesto a experimentar con usted. Pero tampoco quiero que mi vida gire entorno a esto. Obviamente será así durante un buen tiempo, pero lo que busco en usted va más allá de eso.
Muy lejos de su apariencia, porque la realidad es que yo no soy un adonis. Yo busco una mente que pueda explorar, una personalidad que me cautive y un carácter que pueda admirar. Imágenes y estereotipos hay muchos, lo que más me importará serán sus acciones y lo que usted lleva dentro.
Lo sé, suena demasiado trillado y puesto en práctica por unos cuantos que no son hipócritas, pero espero poder hacerlo con usted.
El sexo, me lleva a otro punto de vital importancia: los hijos.
En este terreno intento ser muy cuidadoso. Ya que yo fui un niño a quien le dieron la oportunidad de nacer y crecer en una familia que admiro.
Pero por el momento no me veo con este rol dentro de la sociedad. No lo descarto. He aprendido a la mala del adagio:
"Nunca digas: de este agua no beberé, el camino es largo y te puede dar sed".
Tal vez usted haga que piense diferente.
Le confieso que sí me gustaría darle la oportunidad a un niño huérfano de tener un hogar, mediante la adopción. Pero eso la platicaremos con más calma.
Hay un punto que no he tocado y quiero dejar muy claro. Tantas costumbres frívolas, de índole consumista y demás que tiene la sociedad, la verdad me parecen efímeras y pasajeras.
Por ejemplo una boda. Por supuesto tendré que escuchar su opinión al respecto, ya que siempre quiero escuchar su opinión, cuando yo la requiera. Porque habrá días en que solo querré que me escuche y nada más. Me comprometo a hacer lo mismo por usted.
Pero en fin. Una boda, una casa ostentosa y muchas cosas para demostrar lo felices que somos, no me gustaría tenerlos, sí nuestra alma realmente no la necesita para ser felices. No quiero nada con usted que no sume un verdadero significado a nuestra vida y a la de quienes decimos amar.
A veces la gente gasta mucho dinero, tiempo y esfuerzo para cumplir expectativas de otros. Sí son las metas propias adelante, sino no hay más que decir.
No quiero que se sienta con la obligación de cumplir mis expectativas, porque de ellas me encargo yo. Lo que deseo es que usted se encargue de las suyas y que sea feliz realizándolas. Es todo lo que exijo.
Y es que siempre me he jactado de tener una mente muy abierta y querer pensar de diferentes maneras.
Y eso es a lo que me comprometo. A que usted me haga admirar sus virtudes y adorar sus defectos. Que me haga cambiar una y mil veces de opinión y forma de pensar. No quiero que entregue su vida a mí.
Quiero que me haga probar cosas que jamas probaría. Descubrir una realidad más allá de esta. Amar lo que tal vez odie y odiar lo que algún día amé.
Pero ya hablé muchísimo de mí y lo que pido, pero nada de lo que ofrezco.
Yo le ofrezco seguir siendo yo, para que usted haga lo mismo.
Cuidarle, comprenderle, hablarle con la verdad, ser atento, cariñoso, caballero y demás, son cosas que esta de menos mencionar porque procuraré hacerlo siempre.
Como intenté expresarle:
La felicidad es un camino. Porque no es un destino, es un camino que irradia sus cosas buenas. Pero también cosas no tan buenas, que estoy dispuesto a afrontar, junto con usted.
En fin espero este escrito le sirva no solo para conocerme, sino también para que sepa en qué se está metiendo. Y pues, para saber sí yo soy el catalizador de su vida.
La verdad es que aun falta muchísimo por desarrollar, pero espero contar con su valiosa opinión la próxima vez.
Y así empezar oficialmente nuestra historia.
Me despido de usted, agradeciéndole de antemano.
Quedo a sus apreciables órdenes y comentarios.
Omar Rincón.